Special Edition in Honor of Father’s Day - My Immigrant Father

By America Sanchez

My immigrant father, whose story starts in the golden coast, for decades planted the seeds to his American dreams, only to have his selfish American children cultivate the riches he watered selflessly.

 

My immigrant father, who taught me to wake up before the sun, has sleep-deprived eyes that make my heart ache.

 

A man who reads the English dictionary at 4am.

A man that’s never been given the chance to show others how smart he is in his native tongue.

 

No, he’s never touched a corporate door or held degrees of social status, but my immigrant father has the hands of a man who fears no work.

 

My immigrant father, who named his firstborn America, stands before me mesmerized by the doors he never got to enter, walls he never got to be inside of, buildings he’ll never get to walk through, opportunities he never had.

 

My immigrant father has slowly been killing himself building the American dream, in exchange for his selfish American children to be living it.

 

His hands work in exchange for my dreams.

His heart beats for my dreams.

My dreams are his dreams.

       I am his America.

***

 

Mi padre inmigrante, cuya historia comienza en la costa dorada, durante décadas plantó las semillas de sus sueños estadounidenses, solo para que sus egoístas hijos estadounidenses cultivaran las riquezas que él regó desinteresadamente.

 

Mi padre inmigrante, que me enseñó a despertarme antes del sol, tiene ojos privados de sueño que hacen que me duela el corazón.

 

Un hombre que lee el diccionario de inglés a las 4 de la mañana.

Un hombre al que nunca se le ha dado la oportunidad de mostrar a los demás lo inteligente que es en su lengua materna.

 

No, nunca ha tocado la puerta de una empresa ni ha tenido grados de estatus social, pero mi padre inmigrante tiene las manos de un hombre que no teme trabajar.

 

Mi padre inmigrante, que nombró a su primogénito América, se para ante mí hipnotizado por las puertas por las que nunca pudo entrar, las paredes en las que nunca pudo entrar, los edificios por los que nunca podrá caminar, las oportunidades que nunca tuvo.

 

Mi padre inmigrante se ha ido suicidando poco a poco construyendo el sueño americano, a cambio de que sus egoístas hijos estadounidenses lo vivan.

 

Sus manos trabajan a cambio de mis sueños.

Su corazón late por mis sueños.

Mis sueños son sus sueños.

Yo soy su América.